Bueno, ya se acabó todo. Ahora, por fin, puedo comprar mis muebles tranquila. Héctor y yo seguiremos en el piso porque “sería una pena desaprovechar los meses de contrato del alquiler”. Tengo que admitir que en el fondo no es tan malo vivir con él.
Ya está, me he comprado una mesa, una silla, un par de estanterías, un armario y mi tan ansiada cama. Sin querer he descubierto dónde han ido a parar los descendientes de los vikingos: ahora no abordan barcos o queman aldeas, ahora venden muebles con unos nombres impronunciables y con tornillos que sobran por todas partes. De paso me he negado la posibilidad de comer este mes comprándome un colchón de los buenos, he aprendido que con esas cosas no se juega. Acabo de montar todo, espero no mudarme al menos en una temporada, como tenga que desmontar los muebles me muero.
- ¿Has acabado ya? Vaya, qué bien te ha quedado
- Bueno, no creo que sea para tirar cohetes, pero es práctica. Por cierto, yo aún no he visto tu cuarto montado.
- Claro, como eras tan borde… - hay que ver qué victimista se pone para fastidiar.
- En mi defensa diré que tú tampoco eras precisamente una fuente de simpatía, don “héroe troyano” – le miro burlona.
- Ja, ja, ja, sí, en eso tienes razón. En fin, si te hace tanta ilusión puedes verla ahora, lleva montada una semana.
Voy para allá. No me lo puedo creer, parece un miniapartamento. Tiene libros por todas partes, un escritorio… un momento, ¿dónde está la cama?
- Ah, bueno, yo es que duermo a la japonesa.
- Oséase, que duermes en el suelo. Estás loco.
- Quizás – se encoge de hombros. – Oye, ¿te vienes a cenar? No me malinterpretes, es que a mí no me apetece cocinar y me parece que a ti tampoco. Vámonos a por una hamburguesa. Además, aún no nos conocemos y parece que vamos a pasar mucho tiempo encerrados en unos pocos metros cuadrados.
- Vale, pero como nos tengamos que contar la vida en una noche vamos a andar un poco pillados de tiempo.
- Ja, ja, ja, no te preocupes, la noche aún es joven, nena.
Primera historia que leo y he de comentar que me ha gustado mucho. No es de la tematica que acostumbro a leer, o a escribir, pero ha resultado interesante.
ResponderEliminarNi que decir de la correcta ortografia, gramatica, etc. (cosa que a mi, aun se me escapa. Perdona los acemtos, que te escribo desde el movil).
Leere todas tus historias y ya te ire comentando.
Lo que si he visto y deberia, como lectora, comentarte ciertas confusiones, la primera crei que su colega de piso se llamaba Francisco y resulto llamarse Hector. La segunda cuando ella le tira el cafe encima, es a la chaqueta de el, pero despues dices que es a la camiseta de ella....?
Son pecata minuta ya que no imfluyen en la historia, pero de tener razon, seria bueno que lo corrigieses.
Saludos.
Uys, muchas gracias por escribirme!! Lo cierto es que a esta historia en especial le falta una revisión (y/o reescritura), pero prometo localizar y corregir al menos estos dos errores antes del fin de semana
EliminarEspero que por lo demás te haya por lo menos entretenido y te animes a leer el resto :)
Un saludo